Diecinueve personas murieron en el distrito de Slantski, en la región de Leningrado (Rusia), tras consumir alcohol adulterado con metanol, informaron este viernes las autoridades sanitarias y policiales. El producto fue distribuido de forma clandestina, sin control ni autorización oficial. Hay una persona detenida y otra permanece hospitalizada en estado crítico.
Casi veinte víctimas por alcohol ilegal en Leningrado
El Comité de Sanidad de la región de Leningrado, al noroeste de Rusia, comunicó que en lo que va del mes de septiembre se han registrado 19 muertes relacionadas con la ingesta de alcohol adulterado. Ocho de las cuales están directamente vinculadas con envenenamiento por metanol. Este es un compuesto químico altamente tóxico que a menudo se usa ilegalmente para fabricar bebidas falsificadas.
El brote de intoxicaciones se detectó principalmente en el distrito de Slantski, cercano a San Petersburgo, según detalló la administración regional a través de su canal oficial en Telegram.
Además, una persona continúa hospitalizada en estado crítico, lo que ha encendido las alertas en los sistemas de salud y justicia de la región.
Primer detenido: vendía alcohol casero en Gostisti
Horas antes del pronunciamiento del Comité de Sanidad, la portavoz del Ministerio del Interior ruso, Irina Volk, confirmó la detención de un hombre residente de la localidad de Gostisti. El hombre presuntamente vendía “un líquido con alcohol” a varios habitantes de la zona.
Las autoridades vinculan la actividad delictiva del sospechoso con la muerte de siete personas y la hospitalización de otras tres, según los primeros informes policiales.
El detenido podría enfrentar hasta cuatro años de prisión si se le imputa por causar la muerte de otras personas por negligencia. Este es un cargo habitual en estos casos según la legislación penal rusa. No se descarta que puedan añadirse cargos más graves a medida que avancen las investigaciones.
Un problema recurrente en Rusia: alcohol adulterado como alternativa económica
Este tipo de tragedias no es aislado en Rusia. El consumo de alcohol adulterado es un fenómeno persistente, especialmente en zonas rurales o con bajos ingresos. En estas zonas, los productos ilegales representan una opción más accesible frente a los licores oficiales, cuyos precios están regulados y gravados con impuestos.
Según datos del Servicio Federal de Protección al Consumidor de Rusia (Rospotrebnadzor), se registran cientos de casos de intoxicación por metanol cada año en el país. El alcohol falsificado no solo evade los canales legales de distribución. Además, suele estar fabricado con insumos industriales tóxicos y sin ningún tipo de control sanitario.
En 2021, un incidente similar ocurrido en la región de Oremburgo dejó más de 30 muertos. Esto motivó una revisión nacional de las políticas de venta de alcohol. Sin embargo, los controles siguen siendo insuficientes para erradicar este tipo de prácticas.
Las autoridades intensifican operativos y controles
Ante lo ocurrido en Slantski, el gobierno regional ha indicado que se reforzarán los operativos para detectar puntos de producción clandestina de bebidas alcohólicas. También se solicitará colaboración ciudadana para denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con la venta de bebidas no registradas.
Además, el Ministerio de Salud de Rusia reiteró la importancia de no consumir alcohol de procedencia desconocida o sin etiquetado oficial. Esto se debe a que el metanol puede causar ceguera, fallo multiorgánico y la muerte incluso en pequeñas cantidades.
El caso continúa bajo investigación por parte de las fuerzas del orden. No se descarta que existan más responsables involucrados en la cadena de producción y distribución del alcohol adulterado.