La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos aprobó esta semana una nueva versión genérica de la mifepristona, medicamento utilizado en el aborto medicamentoso. El anuncio, realizado por la farmacéutica Evita, generó fuertes reacciones de sectores conservadores que lo calificaron como “irresponsable” y “una traición”, mientras defensores de los derechos reproductivos destacaron su seguridad reconocida por instituciones médicas.
Reacciones conservadoras y políticas
La decisión provocó la condena inmediata de organizaciones antiaborto. Students for Life Action calificó la medida como “una mancha en la presidencia de Trump”.
A su vez, Marjorie Dannenfelser, presidenta de Susan B. Anthony Pro-Life America, la describió como “inaceptable”, y el senador republicano Josh Hawley expresó que había perdido confianza en la FDA.
El expresidente Mike Pence acusó a la agencia de traicionar al movimiento provida y pidió la destitución de Robert F. Kennedy Jr. como asesor de salud de Trump, en medio de tensiones por una revisión de la seguridad del medicamento anunciada recientemente.
Respaldo médico y defensores de derechos reproductivos
En contraste, defensores del acceso al aborto calificaron la aprobación como una victoria científica. La Asociación Médica Estadounidense reiteró que la mifepristona es “extremadamente segura y eficaz” y advirtió que restringir su uso pondría en riesgo la salud pública.
La organización Reproductive Freedom for All enfatizó que la decisión responde al trabajo regulatorio basado en evidencia científica. Según la FDA, la nueva versión deberá cumplir con los requisitos del programa REMS (Risk Evaluation and Mitigation Strategy), que establece medidas para garantizar su uso seguro.
Contexto legal y fallos recientes
La aprobación ocurre en medio de disputas legales sobre el aborto medicamentoso en Estados Unidos. En 2024, la Corte Suprema resolvió el caso FDA v. Alliance for Hippocratic Medicine, fallando que los grupos conservadores que cuestionaban la regulación no tenían legitimación para demandar, lo que reafirmó la autoridad regulatoria de la FDA.
Sin embargo, en varios estados con restricciones al aborto, se mantienen litigios sobre si esas leyes pueden aplicarse al uso de medicamentos aprobados federalmente. El caso de GenBioPro contra disposiciones estatales es uno de los ejemplos más citados en este debate.
Impacto y desafíos a futuro
La nueva versión genérica de la mifepristona podría reducir los costos para quienes acceden al aborto medicamentoso, ampliando las opciones de acceso. No obstante, su efectividad real dependerá de las restricciones legales en cada estado y de posibles decisiones judiciales que limiten su distribución.
Especialistas destacan que el acceso desigual entre estados seguirá siendo uno de los principales desafíos, pues mientras en unos territorios la venta de la píldora estará garantizada, en otros enfrentará vetos legislativos y litigios pendientes.
