El 15 de abril de 2024, la policía de Liverpool respondió a una llamada de emergencia que alertaba sobre un ataque en un departamento de Huyton. Allí encontraron gravemente herida a Rebekah Campbell, de 32 años, quien fue apuñalada 18 veces. Su pareja, Michael Ormandy, de 34, fue arrestado y ahora enfrenta un juicio por femicidio, aunque niega haber cometido el crimen.
El ataque y la llamada de auxilio
De acuerdo con los testimonios presentados en la Corte de Liverpool, la noche del ataque Rebekah estaba hablando por teléfono con su amiga Faye Henderson, cuando comenzó a gritar: “Ándate, sal Mick”. La comunicación se cortó abruptamente y Faye escuchó un fuerte golpe y los ladridos de unos perros. Inmediatamente llamó al 999, el número de emergencias del Reino Unido.
Minutos después, Rebekah salió del departamento ensangrentada y pidiendo ayuda. Vecinos la vieron correr por el pasillo gritando “Me apuñalaron”, antes de desplomarse frente a la entrada del edificio. Los equipos de emergencia llegaron poco después e intentaron reanimarla. En medio del procedimiento, la joven preguntó con desesperación: “¿Me voy a morir?”. Un oficial le respondió que estaban haciendo todo lo posible por salvarla.
A pesar de los esfuerzos médicos, Rebekah Campbell falleció al día siguiente. La autopsia confirmó 18 heridas de arma blanca y 9 cortes adicionales, principalmente en el pecho, que le causaron la muerte.
Una relación conflictiva y marcada por la violencia
Durante el juicio, la Fiscalía presentó evidencia de que la relación entre Campbell y Ormandy, que había comenzado solo cuatro meses antes, estaba deteriorada y marcada por la violencia verbal y física.
Amigas cercanas declararon que Rebekah había dicho que “la relación no iba bien” y que pensaba terminarla. Testigos relataron que Ormandy era celoso y controlador, y que la pareja discutía con frecuencia en público.
Días antes del crimen, ambos protagonizaron una fuerte pelea en el centro de Liverpool. Según varios testigos, Rebekah lo abofeteó y le lanzó un zapato, mientras que Ormandy respondió golpeándola en el rostro. Aquella disputa fue registrada en cámaras de seguridad y forma parte del material presentado en el juicio.
La versión del acusado
Durante su declaración ante la policía, Michael Ormandy alegó haber actuado en defensa propia. Afirmó que Rebekah lo había amenazado con un cuchillo y que, al intentar desarmarla, se produjo una pelea en la que ella resultó herida.
También responsabilizó a las autoridades por no haber actuado tras una discusión previa, ocurrida el 12 de abril, asegurando que “si la hubieran detenido ese día, nada de esto habría pasado”.
Sin embargo, el fiscal David McLachlan sostuvo ante el jurado que Ormandy “fue al departamento de Rebekah Campbell con un cuchillo y la atacó en un asalto sostenido y violento que terminó con su muerte”.
El proceso judicial y las pruebas forenses
El juicio continúa en la Corte de la Corona de Liverpool, donde el acusado enfrenta cargos de asesinato con agravante de violencia doméstica.
La evidencia forense hallada en la escena del crimen incluye huellas de sangre compatibles con el ADN de Ormandy y el arma blanca utilizada, recuperada en el interior del departamento.
Expertos en criminología señalaron que la magnitud del ataque y la cantidad de heridas evidencian un episodio de violencia extrema y sostenida, incompatible con un acto de defensa propia.
La defensa, por su parte, insiste en que no hubo intención de matar, sino una reacción impulsiva en medio de una pelea.
Impacto social y pedido de justicia
El caso de Rebekah Campbell ha generado una ola de indignación en Liverpool y reabierto el debate sobre la violencia de género en el Reino Unido. Colectivos feministas exigieron políticas de prevención más efectivas y mayor apoyo a víctimas en riesgo.
La familia de Rebekah, presente en las audiencias, pidió justicia y expresó su confianza en que el tribunal valore todas las pruebas presentadas. “Solo queremos que la verdad salga a la luz”, declaró una de sus hermanas ante la prensa local.
El veredicto final se espera en los próximos días, mientras la comunidad sigue conmocionada por el brutal asesinato que truncó la vida de una mujer de 32 años a manos, presuntamente, de quien debía protegerla.
