El 12 de octubre, anteriormente conocido en muchos países como Día de la Raza, ha sido renombrado en varias naciones latinoamericanas como Día del Respeto a la Diversidad Cultural u otras variantes. Esta transformación, impulsada desde inicios del siglo XXI, responde a un proceso de revisión histórica, política y social. Se analiza el impacto de la colonización europea en los pueblos originarios de América.
De la celebración del mestizaje a la reivindicación cultural
El Día de la Raza fue instaurado a principios del siglo XX en diversos países hispanoamericanos. El objetivo era conmemorar el “encuentro de dos mundos” tras la llegada de Cristóbal Colón a América el 12 de octubre de 1492. La fecha exaltaba la creación de una identidad mestiza, resultado de la fusión entre las culturas europea e indígena.
En ese contexto, naciones como México, Colombia y Venezuela adoptaron oficialmente el término “Día de la Raza”, promoviendo actividades cívicas y escolares. Sin embargo, con el paso del tiempo, comenzaron a surgir cuestionamientos sobre el enfoque eurocentrista de esta conmemoración.
Desde la década de 1990, y especialmente en los años 2000, algunos gobiernos y sectores sociales impulsaron un cambio de paradigma. Proponían nuevas denominaciones que reflejen una visión más inclusiva y crítica del pasado colonial.
Cambios oficiales en América Latina
Uno de los casos más significativos ocurrió en Argentina, donde mediante el Decreto 1584/2010, el gobierno reemplazó la denominación por “Día del Respeto a la Diversidad Cultural”. El objetivo declarado fue “promover la reflexión histórica, el diálogo intercultural y el reconocimiento de los pueblos originarios”.
Venezuela, por su parte, cambió el nombre de la efeméride en 2002, adoptando el “Día de la Resistencia Indígena”. Esto fue una forma de destacar la lucha de los pueblos originarios frente a la colonización.
En Bolivia, la jornada se denomina “Día de la Descolonización”, conmemorando la resistencia de las comunidades indígenas y afrodescendientes. Mientras que en Chile, aunque se mantiene el nombre de “Día del Encuentro de Dos Mundos”, se han iniciado debates sobre una posible resignificación.
En otros países, como México y Colombia, aún persiste la denominación original, aunque diversos sectores académicos, educativos e indígenas han solicitado revisarla.
El 12 de octubre en cifras y contextos educativos
Actualmente, más de 10 países latinoamericanos han modificado la forma en que nombran o interpretan el 12 de octubre. Además de los cambios oficiales, se han implementado nuevas políticas educativas. Estas políticas promueven la enseñanza de la diversidad étnica y cultural, así como el respeto a los derechos de los pueblos originarios.
Según datos de la UNESCO, en la región existen más de 500 pueblos indígenas. Estos representan cerca del 8% de la población total de América Latina. En este contexto, la transformación del 12 de octubre responde a la necesidad de integrar estas identidades históricas en el relato nacional.
Los nuevos enfoques también buscan reparar simbólicamente los efectos del colonialismo. Se da lugar a narrativas que incorporen múltiples voces sobre lo ocurrido tras el contacto entre Europa y América.
Conmemoraciones actuales y actividades
En los países que han resignificado la fecha, las actividades del 12 de octubre suelen incluir encuentros interculturales, muestras artísticas, foros educativos y actos públicos. Participan comunidades indígenas, organismos de derechos humanos y entidades estatales.
En Argentina, por ejemplo, cada año se organizan eventos bajo el lema del respeto, el diálogo y la memoria colectiva. Esto se realiza en colaboración con instituciones como el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI). En Venezuela, comunidades indígenas realizan actos simbólicos. Estos actos sirven para recordar su historia y fortalecer su identidad cultural.
Estos espacios también se utilizan para reivindicar demandas actuales, como el reconocimiento territorial, lingüístico y político de los pueblos originarios.
Un debate vigente en América Latina
La transición del Día de la Raza al Día del Respeto a la Diversidad Cultural no ha sido uniforme ni exenta de controversias. Algunos sectores defienden la continuidad de la denominación original como símbolo de integración cultural. Sin embargo, otros destacan la necesidad de reconocer el impacto histórico del colonialismo.
Organismos internacionales como la ONU y la OEA han respaldado los esfuerzos por promover la diversidad cultural y los derechos de los pueblos indígenas. Estos esfuerzos están en consonancia con declaraciones como la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas (2007).
A pesar de los avances, el debate sobre el significado del 12 de octubre permanece abierto en varios países de la región. Continúa siendo un reflejo de los desafíos históricos y sociales vinculados a la identidad, la inclusión y la memoria.
