Bolivia ha girado su timón político, Rodrigo Paz llegó a la Presidencia. En las elecciones en Bolivia, Paz se convierte en el nuevo Presidente y cierra el ciclo de 20 años del MAS. El economista y senador de centroderecha, Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), fue elegido este domingo como el nuevo presidente de la nación, poniendo fin a dos décadas de gobiernos de izquierda iniciados por Evo Morales. En una histórica segunda vuelta, Paz se impuso con un 54,5% de los votos sobre el expresidente Jorge ‘Tuto’ Quiroga, quien obtuvo el 44,5%, según el recuento oficial del Tribunal Supremo Electoral con más del 97% de las actas computadas. Este resultado ha estado presente en conversaciones en plataformas como Facebook.
Este balotaje, el primero en el país desde 2009, marca un punto de inflexión. Paz, de 58 años, sucederá al presidente saliente Luis Arce (MAS) el próximo 8 de noviembre. Su principal tarea será revertir la peor crisis económica que ha enfrentado Bolivia en cuatro décadas. La economía muestra signos de agotamiento, con una inflación interanual del 23% en septiembre y una alarmante escasez de combustibles, un problema tan grave que se convirtió en el tema central de la campaña. El Banco Mundial, además, proyecta una recesión que podría durar hasta 2027.
Rodrigo Paz propone un ‘capitalismo para todos’ sin el FMI
Rodrigo Paz, quien ya había sorprendido al ganar la primera vuelta contra todos los pronósticos, utilizó un discurso alejado tanto del MAS como del conservadurismo tradicional de Quiroga. Su plataforma, denominada “capitalismo para todos”, propone reformas estructurales. Estas incluyen recortes al gasto público, la formalización del empleo y reformas constitucionales destinadas a atraer la inversión privada.
Proveniente de una influyente dinastía política—es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora y sobrino-nieto de Víctor Paz Estenssoro—, Paz se convertirá en el tercer miembro de su familia en ocupar la presidencia. A pesar de sus raíces en la izquierda, se presentó como un centrista pragmático. Marcó una diferencia clave con su rival al descartar la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) para resolver la crisis, una vía que Quiroga sí contemplaba. El presidente electo también ha prometido que no buscará la reelección.
El voto nulo de Evo Morales
Mientras se definían las elecciones en Bolivia, el expresidente Evo Morales, figura central de la política boliviana durante los últimos 20 años, expresó su descontento. Morales acudió a votar en Villa Tunari (Cochabamba), pero emitió un voto nulo. “No tengo ningún interés. Ambos representan a un puñado de personas en Bolivia. No representan al movimiento popular. Menos al movimiento indígena”, sentenció el exmandatario.
Morales criticó duramente el proceso, calificándolo de un gasto “que podría haberse evitado” y notando un “total ausentismo” y desinterés en la jornada. Atribuyó esta apatía a los “constantes insultos” entre los candidatos. El líder del MAS (ahora fracturado) también cuestionó las propuestas económicas de ambos: “Todos dicen que van a resolver la situación económica con créditos del FMI, todo rumbo a Estados Unidos“, criticó.
Llamado a la reconciliación del nuevo gobierno
El compañero de fórmula de Rodrigo Paz, el vicepresidente electo Edmand Lara, celebró los resultados desde Santa Cruz. Anunció “acciones inmediatas” para “recuperar la economía del país”, garantizar el suministro de diésel y gasolina, nivelar la canasta familiar y “acabar con la corrupción”. “Se viene una nueva historia, basta de corrupción, basta de injusticia”, declaró Lara.
En línea con el discurso de Paz (“Mi formato es consensuar”), Lara hizo un fuerte llamamiento a la “hermandad” y la “unidad”. “Es tiempo de perdón, es tiempo de reconciliación. Ahora hay que pensar en la patria”, aseveró el vicepresidente electo. El nuevo gobierno asume el poder en un escenario complejo, con una economía en recesión y un mandato claro de cambio tras 20 años de socialismo. se venden subsidiados en el mercado interno.
