Oimiakón, un remoto pueblo en la República de Sajá, Rusia, ostenta el récord de ser la ciudad más fría del planeta. Allí, la temperatura más baja registrada en un lugar habitado ha sido de -71,2 °C, medida el 26 de enero de 1926. Este asentamiento siberiano, ubicado a 750 km al noreste de Yakutsk, mantiene una población de aproximadamente 500 habitantes. Ellos enfrentan inviernos extremos de hasta nueve meses al año.
El récord histórico se registró con instrumentos verificados por la Unión Soviética, según datos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM). Aunque temperaturas cercanas a -68 °C se han documentado en décadas recientes, Oimiakón supera a Verjoyansk, otro contendiente ruso que alcanzó -67,8 °C en 1892. La ubicación en un valle rodeado de montañas genera un fenómeno de inversión térmica que atrapa el aire frío.
Oimiakón es el lugar poblado más frío del mundo
Los residentes viven en casas con aislamiento térmico reforzado y calefacción central de carbón o leña. La escuela local cierra solo cuando la temperatura desciende por debajo de -55 °C. Vehículos deben mantenerse encendidos durante el día para evitar que el combustible se congele, y los entierros requieren fogatas para ablandar el permafrost antes de cavar tumbas. La economía local depende de la cría de renos, caza y pesca bajo hielo.
El ganado se alimenta en establos cerrados, ya que el pasto no crece en invierno. El aeropuerto más cercano, en Yakutsk, opera vuelos limitados debido a condiciones climáticas extremas. Oimiakón atrae turistas en busca de experiencias polares, con visitas guiadas en invierno que incluyen termómetros gigantes que marcan temperaturas bajo cero. La infraestructura incluye una tienda, escuela y centro médico básico.
Registra las temperaturas más bajas del hemisferio
La electricidad proviene de generadores diésel, ya que las líneas de alta tensión sufren fallos frecuentes por el frío. En contexto, el Ártico ruso experimenta un calentamiento tres veces superior al promedio global, según informes del Rosgidromet. Sin embargo, Oimiakón mantiene mínimas invernales por debajo de -50 °C anualmente. Si las personas permanecen más de media hpora sin moverse al aire libre se terminan congelando.
Datos satelitales de la NASA confirman que la región de Sajá-Yakutia registra las temperaturas más bajas del hemisferio norte en asentamientos permanentes. La OMM valida récords hemisféricos para lugares habitados todo el año, excluyendo estaciones antárticas como Vostok (-89,2 °C). Oimiakón supera a comunidades canadienses como Snag (-63 °C) y Eureka (-47,9 °C promedio invernal).
Los visitantes deben usar ropa térmica multicapa
El pueblo figura en registros meteorológicos desde 1920, con mediciones diarias continuas. Autoridades locales promueven el turismo extremo con el Festival del Frío en marzo, cuando las temperaturas rondan -40 °C. Los visitantes deben usar ropa térmica multicapa y proteger dispositivos electrónicos del congelamiento instantáneo. El acceso vial se realiza por la Ruta Kolymá, conocida como la «carretera de los huesos» por su historia en campos de trabajo soviéticos.
Es común que los residentes de Oimiakón se encuentren con animales congelados. Los más comunes son los perros siberianos y hasta las vacas. El pueblo cuenta con una planta de calefacción la misma que llega a todas las viviendas a través de cañerías y ductos. Para estar al aire libre se debe utilizar varias capas de ropa y abrigos hechos con piel de animales.
