La Pata de Elefante de Ucrania es el lugar más letal del mundo

La Pata de Elefante de Ucrania es el lugar más letal del mundo


La Pata de Elefante, una masa sólida de corio radiactivo se descubrió tras ocho meses después del suceso de la explosión de una central nuclear en Chernóbil, Ucrania. Esta masa se formó tras el derretimiento del núcleo del reactor 4 durante el accidente nuclear. A la fecha y tras 39 años de la explosión, esta masa de corio sigue emitiendo niveles letales de radiación que podrían matar a un humano en solo tres minutos.

Producto de la explosión, resultado de fallos en una prueba de seguridad, afecta aún hoy la zona de exclusión de 2.600 kilómetros cuadrados en Ucrania. A lo largo de los años se han presentado impactos ambientales y sanitarios documentados durante casi cuatro décadas. El desastre ocurrió a las 01h23 del 26 de abril de 1986 en la Central Nuclear Vladimir Ilich Lenin, cerca de Prípiat.

La Pata de Elefante se descubrió en 1986

Se trató de una prueba mal ejecutada en el reactor RBMK-1000 lo que generó una reacción en cadena incontrolable. El núcleo se sobrecalentó, alcanzando temperaturas de hasta 2 mil grados Celsius, fundiendo 190 toneladas de uranio, hormigón, arena y metal en una lava viscosa conocida como corio. Esta mezcla fluyó por tuberías y perforó tres pisos del edificio, solidificándose en formas irregulares.

La Pata de Elefante, de dos metros de ancho y dos toneladas de peso, se formó en el sótano del bloque 4. Tiene una apariencia arrugada similar a la corteza de un árbol o vidrio negro, compuesta principalmente por dióxido de silicio. También tiene óxidos de uranio, calcio, hierro y zirconio. En diciembre de 1986, trabajadores de limpieza localizaron la masa mediante una cámara remota, ya que la proximidad directa era suicida.

Se atribuyen más de 10 mil muertes al desastre

Sensores registraron entre 8 mil a 10 mil roentgens por hora, equivalente a 80-100 grises, una dosis letal del 50% en 300 segundos. Para recolectar muestras, se usaron taladros con controles remotos y balas perforantes de AK-47, dada su densidad.  El técnico Artur Korneyev, quien fotografió la formación en múltiples visitas, acumuló dosis que lo expusieron a cataratas y cáncer de piel, aunque sobrevivió hasta 2024.

La radiación inicial tras la explosión contaminó 150 mil kilómetros cuadrados en Europa. Se evacuó a 116 mil personas de Prípiat en 36 horas, y la zona de exclusión persiste, con 350 mil reubicados en total.  Estudios de la ONU estiman entre 4 mil y 9 mil muertes por cáncer relacionados, incluyendo 6 mil casos de tiroides en niños. El corio generó “chernobilita”, cristales únicos, y su 10% de uranio emite partículas alfa, letales si se inhalan al desintegrarse en polvo.

150 mil turistas llegan a la zona cada año

En 2016, el Nuevo Confinamiento Seguro (NSC), una estructura de acero de 108 metros de alto, cubrió el sarcófago original de 1986, sellando la planta por 100 años y facilitando la descontaminación hasta 2065. Hoy, en 2025, su radiactividad ha decaído un 99%, pero emite aún 1-2 roentgens por hora, riesgosa para exposiciones prolongadas, con preocupaciones por corrosión y filtración a aguas subterráneas. Investigaciones recientes recrean corio en laboratorios para simular su comportamiento, usando materiales levemente radiactivos.

La Pata de Elefante simboliza los riesgos nucleares, impulsando tratados como el de no proliferación y mejoras en reactores globales. En Ucrania, su legado fomenta turismo controlado en la zona, con 150 mil visitantes anuales en 2024, bajo estrictos protocolos. Expertos del Instituto de Seguridad Nuclear de Ucrania monitorean el sitio mensualmente, confirmando que el corio se enfría naturalmente.

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