Juan Carlos de Borbón, quien reinó España entre 1975 y 2014, ha publicado en Francia su libro de memorias titulado Reconciliación, en el que ofrece su versión sobre su papel histórico durante la transición democrática, su relación con el dictador Francisco Franco, el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, su distanciamiento con el actual monarca Felipe VI y los escándalos financieros y sentimentales que marcaron los últimos años de su vida pública.
Un rey que busca rehacer su historia
“Tengo la sensación de que me roban mi historia”, escribe Juan Carlos I en el prólogo de Reconciliación. El libro, de 500 páginas, aparece en un momento simbólico: España se prepara para conmemorar medio siglo desde la muerte de Franco y el inicio del reinado del monarca que condujo al país hacia la democracia.
La publicación, editada inicialmente en Francia y prevista para llegar a España en diciembre, se ha retrasado para evitar interferencias en los actos conmemorativos del aniversario. Según medios como El País y Le Figaro, el rey emérito intenta limpiar un legado empañado por polémicas que lo llevaron a exiliarse en Abu Dabi desde agosto de 2020.
Las encuestas más recientes, citadas por CIS y Metroscopia, indican que el 52% de los españoles aún apoya la continuidad de la monarquía parlamentaria, mientras que un 43% se declara republicano. Pese a ello, la figura del antiguo jefe del Estado sigue siendo una de las más controvertidas de la historia moderna española.
La relación con Franco y el origen del reinado
Uno de los capítulos más extensos del libro está dedicado a su relación con Francisco Franco, el dictador que gobernó España durante 36 años. Juan Carlos I describe ese vínculo como “cercano, aunque no filial”, y reconoce que “si pude ser rey, fue gracias a él”.
El entonces príncipe fue designado por Franco como su sucesor en 1969, desplazando a su padre, Don Juan de Borbón, legítimo heredero de la dinastía. Dos días después de la muerte del dictador, el 22 de noviembre de 1975, fue proclamado rey por las Cortes franquistas, heredando todos los poderes del régimen.
Sin embargo, su reinado tomó otro rumbo. En el libro recuerda que, pese a su origen bajo el franquismo, impulsó junto a Adolfo Suárez y Torcuato Fernández-Miranda la reforma política que permitió celebrar elecciones libres en 1977 y aprobar la Constitución de 1978, base del actual sistema democrático.
“Tras 40 años de dictadura, les di a los españoles una democracia que sigue viva; es mi herencia”, sostiene el monarca en declaraciones a Le Figaro.
El 23-F y los desencuentros familiares
Otro de los momentos centrales del libro es el intento de golpe de Estado del 23 de febrero de 1981. Juan Carlos I lo califica como una “triple conspiración”: la ocupación del Congreso por militares sublevados, las maniobras de altos mandos y la presión de políticos del antiguo régimen.
El emérito relata detalles inéditos de aquella noche. “Montaron un estudio de urgencia en mi despacho. Me puse la chaqueta de general, pero no los pantalones, para ir más rápido”, escribe sobre la grabación del mensaje televisado que marcó la derrota del golpe. También menciona que su hijo Felipe, entonces de 13 años, lo acompañó durante esas horas.
Años después, la relación entre padre e hijo se deterioró. En el libro, el rey emérito confiesa que Felipe VI “le dio la espalda por sentido del deber” tras conocerse las investigaciones judiciales sobre sus finanzas. Según fragmentos publicados por el diario Ara, Juan Carlos responsabiliza al gobierno de Pedro Sánchez de fomentar ese distanciamiento: “Cuando se desacredita mi persona, se debilita la Constitución y los avances de la transición democrática”, sostiene.
Los errores: amores, dinero y escándalos
El tercer bloque de Reconciliación aborda los aspectos más polémicos de su vida privada y pública. Juan Carlos I admite sus “debilidades sentimentales y financieras” y califica como un “grave error” su relación con la princesa Corinna Larsen, la cual —según reconoce— tuvo “un impacto desafortunado en mi reinado y mi destino”.
También dedica palabras a su esposa, la reina Sofía, a quien define como “una reina irreprochable”. Desmiente además varias relaciones atribuidas por la prensa, entre ellas con Diana Spencer o Sara Montiel.
En el ámbito económico, el monarca se refiere al donativo de 100 millones de dólares recibido en 2008 del entonces rey Abdalá de Arabia Saudita, hecho que originó investigaciones en Suiza y España. “Fue un acto de generosidad de una monarquía hacia otra”, afirma, recordando que todas las causas fueron archivadas.
El exjefe de Estado también reconoce haberse rodeado de “empresarios poco escrupulosos” y pide que sus errores no eclipsen su contribución a la democracia española. “No soy un santo, pero he servido a España con lealtad”, concluye en este capítulo.
Latinoamérica y el célebre “¿Por qué no te callas?”
Juan Carlos I dedica un apartado a sus relaciones con América Latina, región con la que dice mantener “un vínculo afectivo y cultural profundo”. Según la agencia AFP, el monarca repasa sus contactos con líderes como Fidel Castro y Hugo Chávez, destacando que solo con el mandatario venezolano mantuvo un trato “tenso”.
El libro recuerda el célebre episodio de la Cumbre Iberoamericana de 2007 en Santiago de Chile, cuando el rey le espetó a Chávez la frase “¿Por qué no te callas?”, tras un cruce de palabras con José Luis Rodríguez Zapatero. “Fue un momento incómodo, pero necesario”, comenta el emérito.
Sobre Castro, afirma que mantenían una “relación casi familiar” y que el líder cubano solía enviarle “una caja de puros cada año hasta que dejé de fumar”.
Un intento de reconciliación pública
Con Reconciliación, Juan Carlos I se une al reducido grupo de monarcas que han narrado su vida en primera persona. Entre ellos cita a Eduardo VIII del Reino Unido, quien publicó sus memorias en 1951 tras abdicar para casarse con Wallis Simpson.
El rey emérito concluye su obra reiterando su deseo de volver a residir en España y de ser recordado “por los aciertos, no solo por los errores”. Asegura que su objetivo es que los españoles “conozcan su versión de los hechos y disipen malentendidos”.
A falta de confirmación sobre su regreso al país, la publicación de Reconciliación marca un nuevo capítulo en la compleja relación del monarca con su pueblo, la historia y su propia familia. (10).
