El secretario de Defensa de Estados Unidos, Pete Hegseth, informó este viernes de un nuevo ataque contra un “buque narcotraficante” que navegaba en aguas internacionales cerca de las costa de Venezuela, que se ha saldado con cuatro muertos, en medio de las denuncias de Caracas por el aumento del despliegue militar de Washington en la región.
Así fue el “ataque letal” de Estados Unidos
Hegseth publicó un vídeo en X en el que se ve a una lancha siendo alcanzada por un proyectil. Un “ataque letal”, dijo haber dirigido, por orden del presidente Donald Trump, logrando la muerte de cuatro personas y sin bajas estadounidenses.
“El ataque se llevó a cabo en aguas internacionales frente a la costa de Venezuela mientras el buque transportaba cantidades sustanciales de narcóticos con destino a Estados Unidos para envenenar a nuestro pueblo”, expresó.
Están seguros de que transportaba drogas
Hegseth reiteró que la Inteligencia estadounidense confirmó “sin lugar a dudas” que dicha embarcación “traficaba narcóticos, que las personas a bordo eran narcoterroristas y que operaban en una ruta conocida por el narcotráfico”.
“¡Estos ataques continuarán hasta que cesen los ataques contra el pueblo estadounidense!”, dijo. Sin embargo, no especificó qué tipos de ataques son esos que van dirigidos contra su país.
Estados Unidos ordenó ataques desde hace un mes
En septiembre pasado, el presidente Donald Trump ordenó ataques militares estadounidenses contra embarcaciones en el Caribe, alegando su vínculo con el narcotráfico venezolano y el cartel Tren de Aragua, designado como organización terrorista por su administración.
El 2 de septiembre, fuerzas de EE.UU. destruyeron un bote en aguas internacionales, matando a 11 presuntos traficantes que, según Trump, transportaban drogas hacia EE.UU. desde Venezuela. El 15 de septiembre, un segundo ataque eliminó a tres más en una lancha similar. El 20 de septiembre, un tercero dejó otros tres muertos, sumando al menos 17 fallecidos.
Trump justificó las operaciones como parte de una campaña antinarcóticos, desplegando una flotilla con destructores, submarinos y aviones F–35 en el sur del Caribe para interceptar rutas marítimas. Además, publicó videos de las explosiones en Truth Social, afirmando que redujeron el tráfico marítimo y advirtiendo contra envíos terrestres.
Expertos en derecho internacional cuestionan su legalidad, argumentando violaciones al mar y derechos humanos, ya que EE.UU. tradicionalmente opta por intercepciones y arrestos, no ataques letales.
Venezuela denuncia “agresión imperialista”
Venezuela denuncia los strikes como “agresión imperialista” para justificar un cambio de régimen y apoderarse de su petróleo. El presidente Nicolás Maduro decretó un estado de “conmoción externa” y amenazó con “lucha armada” si se intensifican.
Caracas alega que los videos son falsos o manipulados con IA, y que un bote pesquero fue incautado ilegalmente. La tensión escaló con sobrevuelos venezolanos de jets F-16 sobre buques estadounidenses, a lo que Trump respondió que derribaría cualquier amenaza. Esta escalada revive la “diplomacia de cañonero” en la región, con analistas advirtiendo de un conflicto mayor.
EE.UU. duplicó la recompensa por Maduro a 50 millones de dólares por nexos con carteles, mientras Venezuela acusa a Washington de fabricar pretextos.
