Un tribunal regional de Austria rechazó una petición de los abogados de Josef Fritzl, conocido como el ‘monstruo de Amstetten’, para dejarlo en libertad de forma prematura debido a su avanzada edad, ya que tiene 90 años.
El hombre está condenado a cadena perpetua por encerrar y violar a su hija durante 24 años, en un caso que estremeció al mundo.
El ‘monstruo de Amstetten’ seguirá encerrado
La corte de Krems rechazó este lunes la petición, según un portavoz citado por la agencia DPA. El tribunal argumenta que Fritzl no tiene ningún entorno social al que volver en caso de ser excarcelado. Además, que mantiene una visión agresiva hacia algunos miembros de su familia.
La Justicia austríaca ya había rechazado otras peticiones previas en el mismo sentido, aunque sí ha facilitado el traslado de Fritzl desde un hospital psiquiátrico hasta una cárcel común por entender que ya no representa ninguna amenaza que requiera mantenerlo internado en un centro específico.
El caso que estremeció al mundo
El caso de Josef Fritzl, conocido como el “monstruo de Amstetten”, es uno de los crímenes más atroces de la historia reciente.
En 2008, se descubrió que Fritzl, un ingeniero austríaco, mantuvo a su hija Elisabeth cautiva durante 24 años en un sótano oculto bajo su casa en Amstetten.
Desde 1984, cuando Elisabeth tenía 18 años, Fritzl la encerró, la violó repetidamente y engendró siete hijos con ella. A tres de los niños los crió en el sótano junto a la mujer, mientras que a otros tres los adoptó con su esposa, Rosemarie, bajo la fachada de que Elisabeth los había abandonado. Un bebé murió poco después de nacer.
El caso salió a la luz cuando una de las hijas, Kerstin, enfermó gravemente y fue llevada a un hospital, lo que llevó a la policía a investigar. Fritzl fue arrestado y confesó sus crímenes. En 2009, se lo condenó a cadena perpetua por cargos que incluían violación, incesto, esclavitud y asesinato por negligencia.
El caso conmocionó al mundo, revelando fallos en los sistemas de protección social y generando debates sobre la supervisión de casos de desaparición. Elisabeth y sus hijos recibieron apoyo para reintegrarse a la sociedad.
¿Qué pasó con la víctima principal del ‘monstruo de Amstetten’?
Tras su liberación en abril de 2008, Elisabeth Fritzl, entonces de 42 años, fue trasladada junto a sus seis hijos supervivientes a un centro psiquiátrico. Allí recibieron atención médica y psicológica intensiva. Sufrieron graves secuelas del encierro: deficiencia de vitamina D, anemia, problemas dentales, deformidades óseas y traumas emocionales profundos.
Elisabeth salió del centro en diciembre de 2008 y, para proteger su privacidad, ella y sus hijos recibieron nuevas identidades.
Desde 2009, residen en un pueblo secreto en Austria (conocido como “Village X”), en una casa segura equipada con vigilancia y guardias. Las autoridades y vecinos colaboran estrictamente para mantener su anonimato, rechazando cualquier contacto mediático.
En 2011, su cuñada reveló que Elisabeth ha reconstruido su vida. Disfruta de las compras, aprendió a usar internet e inició una relación sentimental con un guardaespaldas, con quien tuvo otro hijo.
Sus hijos, ahora adultos, han recibido educación y terapia para integrarse a la sociedad. Los “de arriba” (criados por sus abuelos) y los “de abajo” (encarcelados con ella) se reunieron por primera vez tras la liberación.
