El almirante Alvin Holsey, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, anunció este jueves su retirada de la Armada, que se hará efectiva el 12 de diciembre de 2025, tras apenas un año en el cargo. La decisión sorprende en Washington por producirse en medio de crecientes tensiones militares en el mar Caribe y fricciones internas en la cadena de mando.
Salida anticipada en un contexto de tensión
La institución militar difundió el anuncio en la red social X, donde Holsey agradeció el trabajo de su equipo y reafirmó la importancia estratégica de la región.
“El equipo del Comando Sur ha hecho contribuciones duraderas a la defensa de nuestra nación y continuará haciéndolo”, afirmó. “Confío en que seguirá adelante, centrado en su misión que fortalece a nuestra nación y asegura su permanencia como un faro de libertad en todo el mundo”, agregó.
El Comando Sur es responsable de América Latina y la mayor parte del Caribe, y suele estar dirigido por períodos de al menos tres años. Holsey apenas cumplió uno, lo que incrementa la relevancia política y militar de su decisión.
El secretario de Defensa, Pete Hegseth, expresó su reconocimiento en nombre del Departamento. “El almirante Holsey ha ejemplificado los más altos estándares de liderazgo naval (…) y ha demostrado un compromiso inquebrantable con la misión, el pueblo y la nación”, señaló. Añadió que “su mandato como subcomandante militar y actual comandante del Comando Sur refleja un legado de excelencia operativa y visión estratégica”.
Tensiones internas por operaciones en el Caribe
Según el ‘New York Times’ y CNN, la decisión de Holsey se habría visto influida por tensiones con Hegseth en torno a la campaña militar en el Caribe. Las discrepancias giraron en torno a los bombardeos a embarcaciones supuestamente ligadas al narcotráfico y al despliegue de hasta 10.000 tropas en la zona, además de la autorización del presidente Donald Trump para que la CIA opere en Venezuela.
Sin embargo, el Pentágono negó públicamente estas versiones. El portavoz Sean Parnell calificó como “una mentira total” los reportes sobre disensos. “No ha habido dudas ni preocupaciones sobre esta misión. Esto es una mentira total. Nunca ha pasado”, escribió en X.
La ofensiva estadounidense en el Caribe ha generado controversia internacional. Apenas unas horas después del anuncio de Holsey, Estados Unidos ejecutó su sexto ataque aéreo contra una embarcación en la zona. Los cinco bombardeos anteriores dejaron 27 muertos sin sobrevivientes, una situación que no se repitió en este último caso, aunque aún no se han comunicado cifras oficiales.
Críticas desde el Congreso por “señales de inestabilidad”
El anuncio provocó reacciones inmediatas en el Congreso estadounidense, especialmente entre legisladores demócratas con experiencia en asuntos militares. Adam Smith, demócrata de mayor rango en el Comité de las Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes, declaró al ‘New York Times’:
“Antes de Trump, no recuerdo ningún comandante combatiente que hubiera dejado su puesto antes de tiempo”.
El senador Jack Reed, también demócrata y líder del Comité de las Fuerzas Armadas del Senado, advirtió sobre la renuncia.
“En un momento en que las fuerzas estadounidenses se están reforzando en todo el Caribe y las tensiones con Venezuela están en su punto álgido, la salida de nuestro principal comandante militar en la región envía una alarmante señal de inestabilidad en la cadena de mando”, dijo.
La retirada de Holsey se produce en un momento de intensificación de la presión militar estadounidense sobre Venezuela. Estados Unidos ha defendido estas acciones como parte de su “guerra contra el narcotráfico”.
La versión de Venezuela sobre estos hechos
El embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, anunció la entrega de la misiva en la que Caracas pide una investigación formal sobre las operaciones estadounidenses en aguas caribeñas.
El texto también solicita al organismo que confirme la amenaza que representan estas acciones ilícitas para la preservación de la paz en la región. Además, califica los bombardeos como ejecuciones extrajudiciales. También cuestiona la concentración de fuerzas militares y la retórica belicista contra Venezuela.
