Lorence Poirel, de 37 años, renunció a su empleo en Google, en Zúrich, Suiza, donde ganaba 390 mil dólares anuales, para dedicar más tiempo con su esposo Jan. La decisión, tomada sin desgaste laboral ni descontento con su empleo, responde a una reflexión personal sobre el valor del tiempo. Poirel, quien trabajaba en un entorno laboral que describió como “agradable” a CNBC Make It, no enfrentaba problemas en su equipo ni en sus responsabilidades.
Sin embargo, la diferencia de edad con su pareja, Jan, 17 años mayor y también empleado de Google, fue un factor clave. “No podía esperar hasta la jubilación para disfrutar del tiempo con él, porque sería mucho mayor para entonces”, explicó al medio. Esta motivación la llevó a replantear su carrera y optar por un cambio radical. La renuncia de Poirel refleja una tendencia creciente entre profesionales de alto nivel que buscan un equilibrio entre la vida laboral y personal.
La mujer renunció y tenía más de un millón ahorrados
En los últimos años, Suiza ha sido escenario de debates sobre el bienestar emocional y la calidad de vida, especialmente entre empleados de grandes tecnológicas. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), Suiza tiene una de las tasas de satisfacción laboral más altas de Europa, pero el estrés por largas jornadas laborales sigue siendo un desafío.
Aunque Poirel no detalló sus planes futuros, su caso destaca por la valentía de priorizar lo personal sobre lo profesional en una industria competitiva como la tecnológica. Google, con sede en Zúrich desde 2004, es uno de los mayores empleadores de la ciudad, atrayendo talento global.
Con dinero para vivir varios años sin trabajar
La decisión de Poirel pone en perspectiva las elecciones de vida en un contexto donde el éxito profesional suele medirse por el salario y el estatus. El caso de Poirel no es aislado. En 2024, un estudio de la consultora Deloitte reveló que el 40% de los empleados de tecnológicas en Europa consideraron cambiar de empleo para mejorar su bienestar personal.
La historia de Poirel resuena con quienes buscan redefinir el éxito más allá de lo económico, destacando la importancia de las relaciones personales y el tiempo de calidad. La propia mujer describió su pausa laboral como una “mini jubilación”, con suficiente dinero para cubrir los gastos de unos cinco años. No tiene planes decisivos acerca de cuándo regresaría al trabajo a tiempo completo, si es que lo hace.
