El presidente de Colombia, Gustavo Petro, calificó como “ejecuciones extrajudiciales” los ataques lanzados por orden del expresidente estadounidense Donald Trump contra embarcaciones presuntamente vinculadas al narcotráfico en el Pacífico y el Caribe. Según el mandatario, estas operaciones, realizadas desde agosto con apoyo de una flota militar estadounidense, dejaron 37 muertos. Además, violan el derecho internacional humanitario.
Escalada de tensiones diplomáticas
Durante una conferencia de prensa en Bogotá, Petro insistió en que Estados Unidos “está cometiendo ejecuciones extrajudiciales” al atacar embarcaciones en aguas internacionales sin proceso judicial. El jefe de Estado reclamó que los sospechosos sean capturados y juzgados. No deben ser eliminados en operaciones militares.
El despliegue naval estadounidense, considerado el más grande en años, incluyó destructores, un submarino y fuerzas especiales. Según Washington interceptaron nueve embarcaciones presuntamente cargadas de droga. Sin embargo, Bogotá denunció que algunos ataques ocurrieron cerca de aguas colombianas, y que una de las víctimas sería un pescador local.
Las declaraciones de Petro se producen en medio de una crisis diplomática inédita entre los dos países. Trump ha calificado al presidente colombiano de “líder narcotraficante”, mientras que la Casa Blanca se refirió a él como “el desquiciado líder de Colombia”.
Ruptura de cooperación y tensiones bilaterales
En respuesta a los señalamientos, Estados Unidos retiró a Colombia de su lista de aliados contra el narcotráfico. También revocó la visa de Petro, además de suspender la ayuda financiera que en 2023 superó los 740 millones de dólares. La Cancillería colombiana confirmó un “diálogo franco” con el diplomático estadounidense John McNamara. También dio por finalizado el llamado a consultas de su embajador en Washington.
Petro consideró que las medidas de Trump son “injustas”, asegurando que su administración ha logrado los mayores decomisos de droga en la historia reciente. También advirtió que la ofensiva estadounidense busca “desestabilizar Latinoamérica” y afectar los recursos energéticos de Venezuela.
Riesgo de una “invasión” y ruptura regional
El mandatario colombiano alertó que cualquier acción terrestre de EE. UU. sería una “invasión” y una “ruptura de soberanía nacional”. Trump, por su parte, declaró que prepara nuevas ofensivas contra narcotraficantes que operan por tierra, lo que ha aumentado las tensiones en la región.
La crisis entre Bogotá y Washington se agrava mientras crecen los temores de un impacto geopolítico regional, especialmente en Venezuela. Este país es aliado de Petro y crítico de la política antidrogas de Estados Unidos.
